Jonathan S. León
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Dos decomisos en igual número de días. "Los procedimientos arrojaron la incautación total de 52 pistolas, 7 revólveres y 35 cargadores, los cuales ya se encuentran a la orden del Fiscal 4to., de Miranda, Doctor Julio Ortega" habría dicho el viceministro de seguridad ciudadana Néstor Luis Reverol al dar parte a los medios de comunicación del estado.
Como anillo al dedo lucía este nuevo golpe justo en la fecha de la celebración del Bicentenario de la Independencia de nuestro país. Pocas horas bastaron para que el aparente “golpe perfecto” revelara nuevos elementos para que el panorama social venezolano siga enmarañándose de forma acelerada.
“No se dijo todo lo que se consiguió allí, habían fusiles rusos, AK 103 sin el sello de la Fuerza Armada Nacional”, señaló el efectivo militar que se mantuvo en el anonimato por razones obvias. Ante la pregunta de cuál pudo ser el motivo, la respuesta fue “eso mismo quisiéramos saber nosotros, sobretodo porque una vez que llevamos esos fusiles al destacamento los desaparecieron.”
El malestar llegó a tal punto que el comandante general de la Guardia Nacional (GN), general Luis Motta Domínguez, dijo el fin de semana "se han dado rumores sobre disgustos en la Guardia Nacional, que no tienen fundamento, pero eso es producto de ese ataque mediático que pretende soliviantar los ánimos". Aseguró que se encuentran "sólidos, somos una unidad monolítica, toda la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tiene un mismo sentimiento y un mismo norte".
A este nuevo episodio de la saga “El Rodeo” sumamos la opinión de Rocío San Miguel, presidenta de la asociación civil Control Ciudadano, organización no gubernamental que trabaja por el derecho ciudadano a ejercer contraloría sobre los sectores de seguridad, defensa y Fuerza Armada Nacional.
“Le digo una cosa, el problema de los parques de armas en Venezuela es que son completamente inauditables, no existe rendición de cuentas no sólo de parques de la Fuerza Armada Nacional (FANB), sino de los órganos de seguridad de ciudadana, lo cual hace aún más complejo el problema.”
En su exposición señala que “no existe ningún mecanismo de ‘check and balance’ para tratar de sincerar qué es lo que está pasando en todos los componentes de seguridad del estado. Incluso en la FANB hay faltantes de armas y esto no ha podido ser conciliado hasta la fecha. ¿Dónde están esas armas? Por supuesto en manos de delincuentes, en manos privadas o en las de miembros de la Fuerza Armada para uso particular.”
“Luego está el problema añadido, en relación a la fábrica de fusiles rusos Kalashnikov, que se instalaría en Maracay, y que ya debía estar funcionando en Cavim para el momento del incendio a principios de Enero de este año. Allí no se sabe qué pasó con la fábrica de municiones ni con la fábrica de estos fusiles.”
Hacemos un alto e investigamos de nuevo el tema de los fusiles sin sello de la Fuerza Armada Nacional encontrados en el penal.
“Si es posible, se han encontrado elementos y dispositivos de armas en lugares que no tienen por qué estar circulando en los sitios donde se han encontrado. Cualquier cosa es posible cuando en un estado no se aseguran los elementos básicos para garantizar el monopolio de las armas, que como le dije es atribuido a la Fuerza Armada Nacional. El ingreso de esos fusiles vía Colombia, es posible. Venezuela tiene más de 10 fronteras internacionales, la marítima por lo regular es la más utilizada con los pesos y volúmenes que representan municiones y armas.”
Salta de nuevo la interrogante, ¿por qué puede generarse un malestar dentro de los efectivos de la Guardia Nacional?
San Miguel es de la tesis “que hay una situación que está significando iniciar imputaciones y procedimientos generales contra efectivos de la Guardia Nacional, lo cual está molestando a ese componente. Estas imputaciones que se han realizado en estos días debieron haberse dado en el mismo momento de encontrarse el arsenal en el penal y no haber esperado tanto tiempo. Es claro que hay presiones, es claro que no hay trazas de que se pudieran estar realizando para solventar el problema en El Rodeo.”
Sostiene que estamos en la clásica situación, en la que, si avanza la Guardia Nacional la reacción va a venir, entonces, de los privados de libertad. De manera que allí hay una suerte de punto muerto, donde la GNB no puede seguir avanzando, pues encontraría entonces la trama, el eje de funcionarios vinculados a todo el control de tráfico de armas, drogas y otro tipo de beneficios que se dan dentro de los penales.
Concluye diciendo que lo que está ocurriendo en estos momentos es que se movió la balanza, se rompió el ‘status quo’, muchos piensan que no responsabilizarán a oficiales superiores, sino que los cuadros medios de la Guardia Nacional van a terminar pagando las culpas, donde está claro que hay decisiones, del más alto nive, para que haya ocurrido lo que está pasando en los penales venezolanos.
Coronel Juan Aguilar: “Les salió el tiro por la culata”
Se hace evidente la cautela que toma el Coronel del Ejército (r) Juan Gonzalo Aguilar, ex jefe del arsenal de la Fuerza Armada, al consultarle el tema. Antes que todo expone lo que es el deber ser, el tecnicismo, al final apunta que al gobierno sin darse cuenta, “les salió el tiro por la culata.”
“El material de guerra –fusiles, granadas, pistolas- adquirido en el exterior viene con un serial de fábrica de la empresa de origen, cuando llega a Venezuela los mandan al arsenal de la Fuerza Armada, y allí le colocan un serial correlativo cifrado para control interno. Esa correlatividad permite la asignación a cada componente, que siguiendo ese mismo serial, le asigna a cada unidad, llámese paracaidistas, infantería etc. Así que cuando un armamento de esos aparece, ya sabe a qué componente pertenece.”
¿Entonces para qué desaparecer esos fusiles?
-Fíjate bien lo siguiente, cuando un armamento de esa categoría aparece en un centro penitenciario, tiene que llamar la atención de manera inmediata a las autoridades, que deben tener la suspicacia, como la que tenemos nosotros, de saber o investigar cómo entró algo así en ese lugar.
Tanto la Guardia Nacional como la Dirección de Inteligencia Militar deberían estar al tanto de esa situación.
Si los desaparecieron con la intención de averiguar, partiendo de la buena fe, por allí podrían ir los tiros. Ahora si lo que buscan es ocultar la evidencia, como lo han hecho ya varias veces, para tratar de minimizar un evento tan dramático como ese, tan sólo con la aparición de semejante lote de armas que el mismo gobierno mostró, considerándolo como un gran botín, un gran éxito operacional, al final resultó que les salió el tiro por la culata.
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